jueves, 9 de noviembre de 2017

Cuando el otoño ya nisiquiera es otoño.

Hace un par de días que han llegado las lluvias, cuando ya dudábamos de que alguna vez llegarían. Bastan unas pocas gotas de agua para que el paisaje de Asturias regrese, casi de inmediato, a ese verde esmeralda de la hierba recién nacida, y las hojas de los arboles resecas recuperen un amago de color: el dorado y carmín que les corresponde de un otoño que casi no es otoño.

Es curioso que en este país de la "pertinaz sequía" que comentaban los noticiarios  de hace 40 años, excepto los hombres del tiempo, nadie parecía advertir la sequía que desde casi el inicio del año ha ido extendiéndose por todas partes, como una mancha de aceite, resecando árboles y cultivos, desecando ríos y pantanos. Nadie, hasta que llegaron los incendios en Galicia y Asturias, y en los telediarios empezaron a poner imágenes de montes en llamas y pueblos emergiendo del cieno de los pantanos vacíos de agua . Eso nos da una idea de hasta que punto nos hemos urbanizado en estos últimos años y de lo poco que cuenta ya la vida rural: la ganadería, la agricultura, el paisaje, la vida de los pueblos. En realidad la España rural es ya poco más que un escenario de cartón piedra para turistas "rurales" de fin de semana.
 
Lo cierto es que hace unos meses que vengo notando cierto nerviosismo en los "hombres y mujeres del tiempo", supongo que meteorólogos, cuando, un día tras otro, anuncian que el mencionado anticiclón no parece querer moverse de la península. ¿Y si el próximo año fuera igual? ¿Y si este invierno lloviera tan poco como el anterior? ¿Qué pasará con esos pantanos que están ahora al 30% de su capacidad o incluso menos en algunas zonas? ¿De dónde saldrá el agua para dar de beber a nuestras grandes conglomerados urbanos y a los millones de turistas que nos visitan, y que son como el maná para nuestra economía? .
 
Yo creo que nuestros meteorólogos están nerviosos y con razón, porque si eso sucede, al final, alguien les echará la culpa de la falta de lluvias. Tal vez entonces los políticos, esos que elegimos para que administren nuestros países y casi nuestras vidas, se den cuenta de la importancia del campo, de los bosques y de los ríos para nuestra propia supervivencia, y se centren en lo que realmente importa. Estamos tan hartos de los problemas de convivencia en este país y de las rencillas entre regiones por cosas de tan poca relevancia para nuestras vidas, que a veces solo queda el consuelo de contemplar la lluvia mojar las hojas de los árboles y mirar el paisaje como si lo viéramos por primera vez. Espero que os relajen estas fotos de otoño en la Barrosa.
 
 
Acer palmatum "Sango-kaku"

Flores de otoño: delfinium, canna. crisantemos, etc.

 

El dorado del gingko y de los arces es más pobre este año, ya que muchas hojas se han desecado.



Las hojas de este  Acer palmatum Osakazuki están resecas y mustias a pesar del color.







Lagestroemia indica.


 
 

Luz de otoño en los prados y bosques frente a la Barrosa.








Otras pocas flores de otoño: salvias, gauras, crisantemos, etc.

Dos arces en pleno cambio de coloración de las hojas que ya se hace tiempo que se han resquebrajado.



 

6 comentarios:

  1. Cuanta belleza que nos muestras en cada una de esa imágenes. Saludos

    ResponderEliminar
  2. bueno ahora casi hemos pasdado del verano al invierno jejeje, aqui ya pasan los bando de grullas y ansares desde el norte... son los primeros y vienen algo más tarde, posiblemente vengan menos y se vayan antes... cosas del cambio climatico... pero nohay duda se acabo el buen tiempo en una temporada...

    Coincido con Candela, preciosas fotos

    ResponderEliminar
  3. Lo que hace falta es que llueva durante meses. Veremos que pasa este invierno.
    Saludos

    ResponderEliminar
  4. Jolín Juan Antonio, tu jardín es precioso y encima está en medio del paraíso. La luz otoñal le sienta muy bien y ojalá llegue pronto el agua otoñal. También se echa de menos por aquí. Lo único que llega, de momento, es el frío.
    Un abrazo!

    ResponderEliminar
  5. Gracias Mónica. Esperamos que llueva y nieve este invierno todo lo posible para que la naturaleza se recupere.
    saludos

    ResponderEliminar